La Edad Media transcurre durante una larga etapa
histórica que abarca desde la caída del Imperio Romano (en el año 476) y la
conquista de Constantinopla, en el siglo XV. En España ese final se suele
situar en el descubrimiento de América y la expulsión de los judíos (1492). La
Edad Media se divide, a su vez, en varios períodos denominados Primera Edad
Media (476-siglo VIII); Alta Edad Media (siglos VIII-XII) y Baja Edad Media
(siglos XIII-XV).
En la península ibérica, esta época estará marcada,
fundamentalmente, por la Reconquista y en toda Europa por
las Cruzadas, las expediciones cristianas enviadas para rescatar
los santos lugares. Este hecho y la estructuración de la sociedad se verán
reflejados en la literatura medieval. Además, la convivencia de tres
culturas (cristiana, árabe y judía) creará una rica cultura que,
igualmente, caracterizará y aportará originalidad a nuestra literatura.
Asimismo relevante en la península fue el fenómeno de la peregrinación a
Santiago de Compostela, lo que supuso una vía importante de contacto con
Europa.
La sociedad
medieval en los reinos cristianos de la península se caracterizó por
una clara jerarquía de estamentos. La sociedad, a modo de pirámide en cuya
cúspide se encontraba el rey como máxima autoridad, representante de los poderes
terrenales y divinos, se dividía en los siguientes estamentos:
·
La nobleza:
Dedicada a las tareas de la guerra y la caza, estaba obligada a servir al rey,
mediante el juramento del vasallaje. Poseían grandes extensiones de terreno y
riqueza.
·
El clero: Su labor era,
fundamentalmente, adoctrinar a las gentes y conservar y transmitir la cultura.
Los monasterios fue el lugar propicio para la conservación de dicha cultura y
de donde surgirían las primeras universidades.
·
El pueblo llano:
Constituía la mayor parte de la población y se dedicaban a la agricultura, la
ganadería o la artesanía. Carecían de derechos y muchos de ellos vivían casi en
la esclavitud.
Hacia el
siglo XV, esta situación social cambia al surgir la burguesía, una
vez que, de manera incipiente, empiezan a aflorar las ciudades. Esto supondrá
una crisis en la ideología y la política medieval, que veremos en reflejada en
obras como La Celestina.
El feudalismo era
la organización político-económica de la sociedad medieval. En esta
organización existían dos elementos importantes:
1.
El vasallaje, que consistía en la relación personal
por la cual el vasallo había de ofrecer o cumplir unos servicios al señor a
cambio de la protección de éste.
2.
El beneficio, que era el pago por dichos servicios,
normalmente mediante la concesión de tierras.
La
sociedad medieval era teocéntrica, en la que Dios era el centro de
todo y la influencia de la iglesia era muy importante.
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